domingo, 28 de julio de 2013

ANIMACIÓN A LA LECTURA EN LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS



El hábito de la lectura no es algo innato. Esta es una capacidad que se desarrolla con la práctica.

El primer paso que podemos dar para que los niños se acerquen a los textos es: leer para los niños y leer con los niños. Las lecturas realizadas para los niños por padres, madres, abuelos y profesores son un recurso poderoso para iniciarlos en su formación como lectores autónomos.

Es responsabilidad de padres y profesores que el niño descubra la lectura no solo como una herramienta para obtener información , sino como medio para descubrir mundos diferentes, viajar, crecer, imaginar, soñar. Hay que demostrarle con hechos concretos y textos significativos, que leer puede resultar una aventura extraordinaria y el mejor antídoto contra la soledad y el aburrimiento.

Algunas actividades que podemos realizar antes de leer historias a los niños son:

Antes de Leer

  • Conocer la Historia .
  • Motivar y crear expectativas sobre la historia.
  • Pedir a los pequeños que realicen predicciones mediante preguntas como por ejemplo:
    • ¿Cómo será el cuento?.
    • ¿Cómo serán los personajes?.
    • Mostrar el libro y presentarlo utilizando la cubierta.

Durante la lectura
  • Se debe permitir que los niños observen las ilustraciones, en caso de tenerlas y hacer hincapié en sus detalles para mejorar la comprensión de lo leído.

Después de la lectura

  • Conviene contribuir a la expresión de sentimientos al desarrollo de la imaginación y de la creatividad.
  • Algunas preguntas que pueden servir a este sentido son:

    • ¿Cómo te sentiste durante la lectura?.
    • ¿El personaje era como lo imaginabas?.
    • ¿Te gustaría que el final fuese diferente?.
    • ¿Qué final propondrías para este cuento?.

viernes, 26 de julio de 2013

NORMAS PARA EL USO RESPONSABLE DE LA TELEVISIÓN


Muchos  niños y niñas pasan la mayor parte de su tiempo libre viendo la televisión. Los contenidos ofrecidos por los programas influyen en sus actitudes, sus valores y en su percepción del mundo y de la realidad social, por lo que  los padres y las madres tenemos que controlar su empleo en el hogar.

No podemos pretender que los niños no la vean. Pero hay que enseñarles a utilizarla correctamente, a no abusar de ella y a que analicen lo que ven con ojo crítico.

 Si el objetivo es evitar el abuso de la televisión, la primera medida es establecer normas de uso. Sin embargo, antes de tomar alguna decisión hay que reflexionar sobre el empleo que los adultos hacemos de ella en casa, pues la “teleadicción” no es solo de los pequeños, sino que alcanza a los padres. Si el aparato está permanentemente encendido, puede hacer que la vida familiar gire en torno suyo. Como consecuencia de esto, la comunicación verbal entre padres e hijos se sitúa bajo mínimos y no hay interacción. Además los niños se vuelven  en receptores pasivos de mensajes publicitarios, hablan y juegan cada vez menos por lo que su creatividad e imaginación no se desarrollan suficientemente. La televisión puede ser educativa y estimulante en pequeñas dosis. Pero para que esto sea así se deben establecer normas mientras el niño es pequeño antes de que aparezcan los problemas. Después, las normas se deben mantener, aunque con pequeñas variaciones.

  1. Procure que el televisor esté apagado la mayor parte del día. No permita que la vida familiar gire en torno a la pequeña pantalla
  2. No deje que su hijo asuma el mando de la televisión  y la iniciativa en lo que a la televisión se refiere. Intente seleccionar los programas y en la medida de los posible, acompañarle ante el aparato compartiendo sus inquietudes y enseñándole a desarrollar su sentido crítico.
  3. Es aconsejable que los niños no vean  la televisión más de hora y media al día
  4. Trate de habituarle desde pequeño a jugar fuera de casa o lejos del televisor. Llévele al cine, al teatro, al circo, a la biblioteca o anímele a practicar deportes.
  5. Recuerde que es imposible que un niño utilice la televisión de manera saludable si sus padres la utilizan de manera inconveniente. Por ejemplo, si al llegar a casa lo primero que usted hace es encender el aparato no pretenda que su hijo no lo haga.

miércoles, 3 de julio de 2013

EL JUGUETE EN EL DESARROLLO DEL NIÑO/A


 El juego es una actividad inherente del ser humano. Es la primera y la principal actividad por la que nos comunicamos con los demás, observamos y exploramos la realidad que nos rodea, establecemos relaciones con los objetos… es la vía que tienen los niños para conocer el mundo. Aunque muchas veces se  identifica el juego  con diversión,  su trascendencia es mucho mayor. La infancia es el periodo de mayor crecimiento y desarrollo, jugando desarrollan sus aptitudes físicas, su inteligencia emocional, su creatividad, su imaginación, su capacidad intelectual, sus habilidades sociales, afianzan su personalidad, se transmite valores culturales, normas de conducta y por supuesto,  al tiempo que desarrollan todo eso, disfrutan y se entretienen.

Aunque para el juego no es indispensable la existencia de un objeto materia, los juguetes juegan un papel importante  en la formación de los conceptos, aptitudes, expectativas y socialización en los niños así como en el desarrollo de determinadas destrezas y habilidades.

Desde siempre, los niños han tenido la necesidad de una actividad; de moverse, curiosear, de manipular y experimentar objetos, de crear, de relacionarse, e intercambiar acciones, vivencias y sentimientos.

El juguete  ayuda al niño/a a desarrollar todas sus funciones psíquicas, físicas y sociales. Los niños/as desarrollan las múltiples facetas de su personalidad: aprenden a relacionarse con el entorno, desarrollan sus aspectos más creativos y perfeccionan sus múltiples habilidades ayudándoles a canalizar tanto su energía vital física, como la mental y la emocional. Algunas condiciones que deben reunir todos los juguetes son:
  • Deben ser seguros
  • Debe estimular el juego
  • Debe facilitar el divertimento y el placer
  • Deben fomentar el desarrollo de las habilidades y destrezas básicas
  • Deben estimular el pensamiento y la resolución de problemas
  • Deben favorecer la imaginación y creatividad
  • Deben favorecer la participación
  • Deben ser de alta calidad
  • Deben ser simples y atractivos estéticamente
  • Deben adaptarse al niño/a y a sus necesidades

 
Aunque todos los juguetes deben reunir unas características mínimas comunes, cada juguete debe ser el juguete adecuado a cada edad, momento  y características del niño/a, por lo tanto, antes de comprar un juguete debemos ser muy conscientes del papel que tendrá en el desarrollo del niño/a.