Muchos niños y
niñas pasan la mayor parte de su tiempo libre viendo la televisión. Los
contenidos ofrecidos por los programas influyen en sus actitudes, sus valores y en
su percepción del mundo y de la realidad social, por lo que los padres y las madres tenemos que
controlar su empleo en el hogar.
No podemos pretender que los niños no la vean. Pero hay que
enseñarles a utilizarla correctamente, a no abusar de ella y a que analicen lo
que ven con ojo crítico.
Si el objetivo es
evitar el abuso de la televisión, la primera medida es establecer normas de uso.
Sin embargo, antes de tomar alguna decisión hay que reflexionar sobre el empleo
que los adultos hacemos de ella en casa, pues la “teleadicción” no es solo de
los pequeños, sino que alcanza a los padres. Si el aparato está permanentemente
encendido, puede hacer que la vida familiar gire en torno suyo. Como
consecuencia de esto, la comunicación verbal entre padres e hijos se sitúa bajo
mínimos y no hay interacción. Además los niños se vuelven en receptores pasivos de mensajes
publicitarios, hablan y juegan cada vez menos por lo que su creatividad e
imaginación no se desarrollan suficientemente. La televisión puede ser
educativa y estimulante en pequeñas dosis. Pero para que esto sea así se deben
establecer normas mientras el niño es pequeño antes de que aparezcan los
problemas. Después, las normas se deben mantener, aunque con pequeñas
variaciones.
- Procure que el televisor esté apagado la mayor parte del día. No permita que la vida familiar gire en torno a la pequeña pantalla
- No deje que su hijo asuma el mando de la televisión y la iniciativa en lo que a la televisión se refiere. Intente seleccionar los programas y en la medida de los posible, acompañarle ante el aparato compartiendo sus inquietudes y enseñándole a desarrollar su sentido crítico.
- Es aconsejable que los niños no vean la televisión más de hora y media al día
- Trate de habituarle desde pequeño a jugar fuera de casa o lejos del televisor. Llévele al cine, al teatro, al circo, a la biblioteca o anímele a practicar deportes.
- Recuerde que es imposible que un niño utilice la televisión de manera saludable si sus padres la utilizan de manera inconveniente. Por ejemplo, si al llegar a casa lo primero que usted hace es encender el aparato no pretenda que su hijo no lo haga.
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