Establecer unas pautas fijas de actuación con un niño con
Alta Capacidad Intelectual no es algo
sencillo, ya que cada individuo es diferente, tanto en sus intereses, conductas
o como se enfrentan a los retos que se les presentan, entre ellos, los retos académicos.
Partiendo de esto, lo primero, es aceptar al niño tal y como es, tener Alta Capacidad Intelectual
no presupone una conducta o un comportamiento preestablecido ni siquiera un
rendimiento académico particular (ni alto, ni bajo rendimiento académico). Por
lo tanto , el que un niño sea identificado con alta capacidad intelectual no debe
ser el motivo para apuntarle a actividades de “niños superdotados” que no le
interesan, ni por el contrario, una
excusa para justificar que el niño no saca buenas notas “porque lo que dicen
los profes le aburre”.
Lo que si manifiestan los niños con Alta Capacidad Intelectual
es un interés y curiosidad por diferentes áreas, lo que deben hacer los padres es estimular y fomentar el
acceso a esos conocimientos. Las áreas de interés pueden ser múltiples, no debemos esperar que sean siempre la música, las matemáticas etc. Pueden
ser áreas, por ejemplo, como el deporte
o la pintura, por lo que la identificación de estos intereses es esencial para cualquier actuación posterior. No podemos olvidar que es muy difícil desarrollar intereses por cosas que no se conocen, por lo tanto, los padres deben ampliar los campos
de interés del niño.
Como hemos comentado estos niños se enfrentan a los retos de
manera muy diferente, no podemos presuponer que porque tengan Alta Capacidad Intelectual
van a saber salir de todas las situaciones sin problemas. Por el contrario, muchas
veces, estos niños manifiestan una baja tolerancia al fracaso y una de las tareas de los padres es animarles a superar los problemas sin temor a fracasar
así como enriquecer sus actividades de acuerdo a sus capacidades, porque
es tan malo no ofrecerles la posibilidad de saciar su curiosidad como esperar
mucho de ellos y ponerles retos demasiado complejos que le generen frustración y baja autoestima.
Los padres no tienen por qué tener las mismas inquietudes e
intereses por determinadas áreas que el niño. Ante estas inquietudes los padres no deben perder la paciencia y desarrollar en el
niño hábitos de aprendizaje autónomo ofreciendo sistemas para que el
niño acceda a los conocimientos de una manera independiente, también deben fomentar una colaboración entre las familias y el centro
escolar ya que este último tiene acceso a recursos adicionales para
enriquecer muchas actividades educativas.
Como conclusión, a la hora de establecer pautas de actuación con estos niños lo que tenemos que tratar es ajustarnos es a las características individuales y diferenciales de cada uno, reforzando sus logros y no generar expectativas de logro por el hecho de ser niños con Alta Capacidad Intelectual.
Como conclusión, a la hora de establecer pautas de actuación con estos niños lo que tenemos que tratar es ajustarnos es a las características individuales y diferenciales de cada uno, reforzando sus logros y no generar expectativas de logro por el hecho de ser niños con Alta Capacidad Intelectual.
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